Nuestro director Eduardo Vargas Riveros, especialista en rehabilitación oral e implantes, ortodoncia y periodoncia con más de 20 años de trayectoria, ha viajado recientemente a Zimbabue para participar en una misión solidaria organizada e impulsada por Smile is a Foundation. En ella se atendieron gratis a más de 2500 personas de escasos recursos.
¿Quieres conocer en detalle los pormenores de este proyecto de cooperación solidario? Atento, porque te damos todas las claves.
¿Qué es Smile is a Foundation?
Smile is a Foundation es una fundación sin ánimo de lucro que promueve, organiza y coordina misiones de ayuda humanitaria en el ámbito biosanitario.
Su décima campaña, Smile and See, se desarrolló en Zimbabue y Eduardo Vargas colaboró en la especialidad de odontología, brindando atención profesional a las personas más necesitadas.
La experiencia del doctor Eduardo Vargas en Zimbabue durante la misión solidaria Smile and See
En su estancia en Zimbabue se atendieron, en 10 días, a más de 2500 personas de manera gratuita. Además, también se entregaron cepillos de dientes y otros insumos llevados desde España.
Por otro lado, durante la misión solidaria, reconoce que se trabajaba en condiciones “extremas” y es que viajaban de poblado en poblado prestando atención odontológica en sillas plásticas y en medio de la nada. Asimismo, una de las cosas que más le impactó fue ver a niños de 5 o 6 años solos. Sus padres, al estar trabajando, no podían acompañarlos, pero los enviaban igualmente para que no perdiesen la oportunidad de ser revisados por profesionales.
No hay que olvidar que el acceso a los servicios odontológicos es muy limitado. En palabras de Vargas Riveros “Los chicos del país tienen la opción de que se les saque un diente una vez al año. A veces tienen que vivir con dolor durante todo ese tiempo porque no tienen acceso”.
¿Y su experiencia en la campaña Smile and See de Smile is a Foundation? Pese a haber participado en otras misiones odontológicas, Eduardo lo tiene claro, nada se compara a esta. “Uno vive un sinfín de emociones. Me fui con una maleta con ropa y zapatillas y lo regalé casi todo. Los niños están descalzos todo el día y agradecen hasta que les regalemos las botellas plásticas vacías porque las pueden usar para llevar agua a sus casas. Esa realidad me hizo volver a tener los pies en la tierra y valorar todo”, explica.
Por ello, afirma con rotundidad que repetirá su colaboración con la ONG y viajará con ellos para volver a prestar asistencia odontológica a los más necesitados.
