¿Tienes un diente dañado o necesitas mejorar tu sonrisa? Las coronas dentales, también conocidas como fundas dentales, son la solución perfecta: protegen, restauran y embellecen tus dientes. En este post te contaremos qué son, cuándo es necesario colocarlas y los distintos tipos que existen.
¡Vamos allá!
¿Qué son las coronas dentales? Definición y características clave
Una corona dental es una prótesis diseñada a medida de cada paciente que recubre por completo un diente dañado. Al funcionar como una funda protectora, no solo recupera la forma, el tamaño y la resistencia de la pieza dental, sino que también mejora su estética.
Gracias a los materiales de alta calidad con los que se fabrican, las coronas se integran de manera natural con el resto de la dentadura, imitando a la perfección los dientes originales.
¿Cuándo son necesarias las coronas dentales?
Las coronas o fundas dentales son una solución efectiva en diversas situaciones como las siguientes:
- Dientes rotos o con fisuras. Permiten recuperar la integridad estructural de una pieza que haya sufrido un golpe o traumatismo, evitando que el problema empeore y devolviendo su funcionalidad.
- Desgaste dental avanzado. Cuando el esmalte se deteriora, el diente pierde resistencia, lo que aumenta el riesgo de posibles fracturas. La corona crea una barrera protectora, impidiendo nuevos daños.
- Caries extensas que debilitan el diente. Cuando una caries es demasiado profunda y un empaste ya no es suficiente, la colocación de una corona dental se convierte en la mejor alternativa para proteger y conservar la pieza afectada.
- Dientes tratados previamente que necesitan refuerzo. Tras una endodoncia, el diente pierde parte de su estructura natural, lo que lo hace más frágil. En estos casos, una corona dental proporciona la protección necesaria y refuerza el diente para evitar daños futuros.
- Mejoras en la estética de la sonrisa. Las coronas dentales son una excelente opción para corregir problemas estéticos, como dientes decolorados, o desalineados.
Tipos de coronas dentales
Podemos encontrar diferentes tipos de coronas o fundas dentales, cada una de ellas con sus propias características y particularidades. Las más habituales son las siguientes:
- Coronas dentales de metal. Destacan por su alta resistencia y su bajo coste, lo que las convierte en una opción accesible. Sin embargo, su apariencia metálica no siempre encaja con las preferencias de los pacientes.
- Coronas dentales de porcelana. Son muy estéticas, ya que reproducen con precisión el color y la transparencia de los dientes naturales. No obstante, presentan una menor resistencia en comparación con las coronas de metal o metal-porcelana, de ahí que tiendan a colocarse en los dientes anteriores.
- Coronas dentales de metal-porcelana. Combinan resistencia y durabilidad gracias a su estructura interna de metal. Además, el recubrimiento de porcelana proporciona una apariencia más natural. Se emplean normalmente para sustituir los dientes posteriores.
- Coronas dentales de resina. Se trata de una opción económica, aunque tienen menor vida útil en comparación con otros materiales. Por ello, se utilizan generalmente como solución temporal o en dientes posteriores, donde la estética no es una prioridad.
- Coronas dentales de zirconio. Cada vez más populares, estas coronas destacan por su excelente resistencia, durabilidad y apariencia natural. Este material biocompatible no irrita las encías y soporta muy bien el desgaste diario propio de la masticación, por lo que son aptas para dientes frontales y posteriores.
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